A la desesperada

Si queridos blogueros, en PSOE hay más miedo que hambre a que Podemos les supere en las elecciones. Por eso, hace unos días, el mediático Pedro Sánchez destituyo sin preguntar si quiera a Tomás Gómez, el jefe de los sociatas madrileños que lo único que ha conseguido ha sido encarecer el tren de Parla cuando era alcalde y hundir en la miseria al PSOE madrileño con sus malos resultados electorales. Pero, ¿hay algo más detrás de esa destitución?. No lo sé, y si lo hay sólo Pedro Sánchez y algunos más conocen la verdad. 

Todo esto pensé mientras desayunaba en el bar de mi amigo Pacorro y después de haberme zampado sin pestañear el artículo que leí en un periódico de tirada nacional que me dejó un tanto descolocado porque la incertidumbre, las malas prácticas y las puñaladas traperas para posicionarse en el PSOE de Madrid se están recrudeciendo. Es lo que tiene querer sentarse en el sillón de la abundancia o para hacerse rico de golpe, que hay muchos candidatos y sólo el sillón admite un culo. Pero bueno, les coloco el titular para que ustedes saquen sus conclusiones. Ahí va: “EL LÍDER DEL PSOE QUIERE SALVAR LAS GENERALES Y LIQUIDA A TOMÁS GÓMEZ PARA FRENAR CUALQUIER PACTO DE LOS BARONES CON PODEMOS”. Jajá, ¿con qué ese es el quid de la cuestión?¿qué los dinosaurios sociatas no se alíen con el partido morado para conseguir escaños y así poder seguir mangoneando a su antojo?. Vaya, vaya qué sorpreson. 

Pedro Sánchez ha hecho la jugada del siglo. De un plumazo a destituido al mar regidor como ha demostrado ser Tomás Gómez. Es verdad también que han influido las negras expectativas electorales del PSOE en las municipales y autonómicas de mayo, ya que según las últimas encuestas, el PSOE caería hasta la tercera plaza. También el horizonte judicial que pudiera derivarse de las investigaciones abiertas sobre la construcción del célebre tranvía de Parla cuando era alcalde de esa ciudad el destituido Tomás Gómez. O la tradicional guerra interna que vive la antigua Agrupación Socialista Madrileña ya desde los tiempos de Julián Besteiro, en donde las puñaladas traperas, la desconfianza, las malas prácticas y la mala fe de todos los agrupados, han sido noticia cada dos por tres. 

Es norma de la casa que cada nuevo líder apuñale políticamente a su antecesor en una frenética táctica de tierra quemada. Y, por supuesto, un golpe de autoridad de Pedro Sánchez para construirse un perfil propio al margen de la sombra que le proyecta Susana Díaz. El primero no sabía que la presidenta andaluza iba a convocar elecciones anticipadas y la segunda se enteró por la prensa, según reconoció, del ajuste de cuentas en el PSM. 

Como pueden leer queridos blogueros, estos del PSOE tienen todos los ingredientes de la seria mítica de Dallas, pero en vez de ser bodegueros, son políticos que es lo que más jode, en el sentido de que si entre ellos y dentro de sus siglas no saben convivir en condiciones ni llegar a acuerdos entre ellos ni para entrar al wáter, ¿cómo pretenden gobernar a 40.000.000 de españoles?¿a base también de puñaladas traperas?. Recuerden que al pájaro se le conoce por la cagada, y estos sociatas tienen toda la pinta de gobernar para su desgobierno interno, y eso no lo quiero yo en cuatro años de legislatura. Bastante tenemos con los de la Generalidad de Cataluña, que no es moco de pavo. Que se aclaren entre ellos, y luego que digan a los ciudadanos lo que pretenden hacer si gobiernan. El problema es que el tiempo se les acaba, ese es problema. Por eso, déjame que te cuente.