domingo, 18 de octubre de 2015

Menudo regalo

En España, o como se llame esta descojonación de Espronceda en la que habitamos, suceden cosas que en otros países sería impensable. Pero juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde, por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. 
Para recibir cosas del gobierno español, autonómico y muchas veces hasta local, tienes que ser como el que las reparte, o tienes que ser extranjero, o inmigrante o refugiado. Si estás dentro de ese cupo, en este país de mierda tienes la vida solucionada. Pero si eres español, pagas tus impuestos, pagas todo lo que te dicen que pagues, pues estarás bien y dará todo igual. Pero cuando haya problemas y no puedas hacer frente a esos pagos, tienes la sentencia y a los nacionales en la puerta de tu casa preparados para expulsarte como a un perro. Y da igual que tengas familia, niños pequeños o grandes, o no tengas otro sitio donde ir. El caso es, que si no perteneces a ese colectivo mencionado anteriormente, entonces amigo español no tienes nada que hacer. 
Muchas veces he pensado en nacionalizarme en Marruecos, en cualquier país africano o en Siria, para cuando pise España otra vez, por lo menos que me concedan lo que en mi país no me dan por ser español. Seguro que me irá mejor. Pero bueno, que me salgo del camino. Lean atentamente la noticia que me encontré en un periódico de tirada nacional mientras me enjugaba la muela en el bar de mi amigo Pacorro. Lean, lean: “MANUELA CARMENA REGALA UN PALACETE MADRILEÑO SITO EN LA CALLE ALBERTO AGUILERA, A LOS OKUPAS DEL PATIO MARAVILLAS”. Toma del frasco, Carrasco. Esos son los mismos que hacen unos meses fueron desalojados por la policía por ocupar un lugar sin permiso del propietario ni nada por el estilo. 
Pero lo más chungo todo, es que el edificio es nada más y nada menos que un palacete de 1926 que fue hasta 1932 casa de socorro y que, en estos momentos, tiene ocupada una décima parte de su espacio por el Samur. Y para que Manuela Carmena les pueda ceder el inmueble, Patio Maravillas está constituyéndose como asociación, una de las condiciones que el Ayuntamiento exige a este tipo de colectivos. Menos mal, algo es algo, porque ya creía que era regalo a cambio de nada. Pero bueno, el fondeo de la cuestión es el que es, que tiene que pertenecer al grupito mencionado al inicio del post. Carmena podía arreglarlo y hacer habitaciones para los españoles que desahucian los bancos, por ejemplo. El tema es, por qué no lo hace. Esa es la cuestión. Por eso, déjame que te cuente.

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