Un chanchullo, según Alber

Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de político vividor en político vividor sin tocar el suelo. 

Cabe recordar también que estamos en campaña electoral, con lo que hay ciertos excesos y ciertos movimientos que deben analizarse bajo ese contexto. Y aquí todo vale, desde contar mentiras (que por cierto es lo único que hacen), pasando por sacarse de la chistera propuestas que nadie sabe como la van a hacer, o desde acercarse a los ciudadanos, cosa curiosa porque cuando ya no hay campaña electoral, estos mismos candidatos no se acercan ni por error a los mismos ciudadanos a los que antes se acercaban. 

Ahora resulta, que el coche de un destacado colaborador de Rajoy sirvió para llevar a Irene Montero jefa de gabinete de Podemos (que casualidad que también es novia de Pablo Iglesias, y como no la casta ya está funcionando) a su casa. Pero en vez de mirar este acto como ejemplo para ahorrarle a los españoles un coche y el gasto que él conlleva, hubo un candidato que arremetió contra eso creyendo luego que hubo un pacto entre PP y Podemos dentro del vehículo el cual perjudicó a su formación para no pactar con ellos o algo así. La verdad que cuando lo leí en el periódico me pareció de película de novela negra, cuando ese acto debería de haber sido tomado como ejemplo para ahorrarles a los españoles un dineral en gasolina, chóferes y guardaespaldas. Pero no, hay que sacarle punta a todo. 

La noticia que ha provocado ese revuelo fue la siguiente: “MARICOMPLEJINES (la novia de Pablo Iglesias) FUE LLEVADA A SU CASA TRAS EL DEBATE A CUATRO”. Pero no se vayan todavía que aún hay más. El líder de Ciudadanos ha insistido en que este hecho revela una posible pinza del PP y Podemos. Según Rivera, hechos como éste ratifican lo que, a su juicio, resultó evidente durante el debate a cuatro y es un pacto de no agresión del líder del PP hacia el de Podemos. Cuando criminalizas al de enfrente luego suena raro que pactes, ha criticado. El PP tiene una estrategia, que suba Podemos para generar miedo, ha añadido. Menudo estratega. 

Como pueden ver cosillas de estas son las que preocupan a los candidatos y más concretamente a Alberto Rivera. No les preocupa ni el paro, ni la sanidad, ni la educación, ni el bienestar, ni las pensiones ni nada de nada, sólo le preocupa que la novia de Pablo se monte en el coche de un asesor de Rajoy. Pos nada, que sigan con esas preocupaciones. De todas formas salga quién salga elegido presidente (si es que sale alguien) va a seguir jodiéndonos a los de siempre. Por eso me da igual lo que digan y lo que hagan. Yo ya me estoy preparando la vaselina. Será menos doloroso. Por eso, déjame que te cuente.