domingo, 25 de septiembre de 2016

Un tema peliagudo

Hay cosas que por su naturaleza y por su difícil solución, son temas peliagudos. Uno de ellos es el tema de la religión en el sistema público de educación, es decir, en el colegio y en el instituto. Para empezar soy partidario de no dar ningún tipo de religión en los colegios e institutos públicos, porque si se hace con una, se deberían de dar todas, porque sino sería discriminación. 
Según denuncia la organización SOS Racismo, “UN INSTITUTO DE VALENCIA IMPIDE A UNA ALUMNA MUSULMANA ENTRAR EN CLASE CON EL VELO”. Lo vero bien, pero que tampoco dejen pasar a las cristianas con crucifijos ni nada que contenga símbolos religiosos. Pero es complicado, porque la moda impone su ley y llevar una cruz colgada del cuello con un bonito escote, es moda que implanta multinacionales del sector y famosos de pacotilla. 
El tema es peliagudo como les digo. A parte de motivos religiosos, el colegio tendrá su código de conducta que todo alumno debe cumplir, porque sino esto sería un gallinero. El hecho se ha dado a conocer gracias a la queja de la joven a la organización SOS Racismo de la Comunidad Valenciana. 
Según relata esta organización en un comunicado, el 8 de septiembre, fecha de comienzo de las clases, la alumna recibió la llamada del director del centro, quien en términos taxativos le instó a quitarse el pañuelo, y le advirtió de que al día siguiente no podría entrar en clase si lo llevaba. Como se pueden ustedes imaginar, esta organización movió cielo y tierra para denunciar este hecho, cosa que ocurrió al poner la queja ante el defensor del pueblo y además se pusieron en contacto con la Consejería de Educación valenciana, la cual mandó iso facto un inspector para comprobar los hechos. Una vez comprobado, el director del centro fue llamado para declarar ante la inspección cosa que hizo y ya de paso le recordó al inspector un artículo del reglamento del centro que impide “A LOS ALUMONOS LLEVAR NADA EN LA CABEZA”. Una norma estúpida, ya que el velo no cubre la cara, cosa que capuchas y gorras si pueden hacer en un momento determinado y según la colocación las mismas. Vivimos en un país en donde los políticos se la cogen con papel de fumar para resolver cierto tipo de problemáticas, con lo fácil que es aplicar una en la que diga que a todo el mundo se le tiene que ver el pelo. Pero lo políticamente correcto es hablar gilipolleces, no solucionar nada y dejar el marrón al penúltimo eslabón de la cadena, en este caso el director del centro. Eso es lo fácil. 
El problema, es que esta gente por cualquier motivo que ellos vean que se sale de sus pensamientos y de su forma de entender las cosas, lo llaman racismo. Pero si por el contrario esto pasa en su país, o llevas lo que ellos te digan o te enchironan de por vida en los calabozos. Eso es así, y será siempre. Y hay muchos ejemplos. Pero estamos en España, y todo lo que sea cumplir normas y hacerlas cumplir conlleva estos daños colaterales. A la policía se lo pueden preguntar. Qué asco de país. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.

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