martes, 9 de enero de 2018

Tirando de hemeroteca

En días como hoy, me gusta tirar de hemeroteca. Lo hago porque soy un nostálgico de las noticias olvidadas, gracias en parte a la prensa que tenemos partidista y muy dada a estar un par de semanas con una noticia dando la matraca, y luego olvidarse de ella como si no hubiese sucedido nunca. Como les digo, me gusta tirar de hemeroteca para ver cómo han evolucionado algunos casos de robo y mangoneo caídos en el olvido. Hoy me he tropezado con uno de ellos que en su momento me llamo mucho la atención. Pero cabe recordar, que en esta España o como se llame esta descojonación de país en el que vivimos, no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, que llevan años robándonos y equivocándose en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca. Corría el año 2007, y más concretamente noviembre, el entonces consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, presentaba a bombo y platillo el Plan de Infraestructuras Aeroportuarias 2007-2025. Su jefa de filas, Esperanza Aguirre, que ya había empezado a tirar la casa por la ventana en importantes proyectos de ampliación del metro y en una serie de nuevos hospitales (financiados por un canon), decidió que Madrid también tenía que mirar al cielo y ampliar su red de aeropuertos. El objetivo era construir dos, ni más ni menos, uno en la localidad de Campo Real (entre la A-3 y la R-3) y otro en unos terrenos que unen los municipios de Navalcarnero y El Álamo (en el suroeste). Para desarrollar los aeródromos e intentar participar también en la gestión del de Barajas, el Ejecutivo autonómico constituyó un mes después una empresa pública, bautizada como Aeropuertos de Madrid SA. Lamela describió entonces el plan como integrador, innovador, ambicioso y con vocación de futuro. Por primera vez, según el consejero, una comunidad autónoma aborda actuaciones de magnitud en el ámbito aeroportuario. El nuevo ente público se constituyó el 19 de diciembre de 2007. Cuatro años después, el 22 de diciembre de 2011, el Consejo de Gobierno que seguía presidiendo Aguirre autorizaba su disolución con el argumento de que había que cumplir con el rigor presupuestario. La crisis arreciaba. De los dos aeropuertos, obviamente ni rastro. Ni en 2011 ni hoy en 2018, como era de esperar. Pero no hay sopa Hispana sin pelo dentro, y todo lo anterior acarreo unos gastos de 1.423.533 € en sueldos y 197.000 € en facturas. La comunidad creó Aeropuertos de Madrid en 2007 con el objetivo de construir dos aeródromos que hoy no existen como ya he mencionado, y en cuatro años, la empresa pública solo gastó dinero en salarios y burocracia. Hoy la hemeroteca me ha dado mucho jugo gástrico para vomitar. Otro caso olvidado por la prensa, la justicia y por todo hijo de vecino. A veces tirar de hemeroteca tiene estas cosas, que es sólo echar la pota y acordarte de los HIJOS DE PUT_ de políticos que tenemos. Por eso, déjame que te cuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Adelante, se valiente y opina sobre el post