lunes, 26 de febrero de 2018

Imaginar

Hoy les voy a pedir que le echen imaginación al asunto. Complicado no va a ser, ya que tienen a su favor el vivir en España, y eso es un matiz importante. Empiezo. Se tienen que imaginar ustedes a una anticapitalista viviendo en la capital de un país que es el más capitalista casi del mundo. Éste es Suiza, y su capital Ginebra. Se tienen que imaginar también ustedes, a una ex diputada catalana (o eso creo, porque muy claro no lo tengo) yendo a currar al parlamento con vaqueros, camisetas reivindicativas, deportivos y con un peinado con flequillo de lo más in, y ahora en su nueva residencia, esa misma ex diputada vestida como princesita y bien peinada. Se tienen que imaginar también a esa misma ex diputada catalana saltándose la ley a la torera todas las veces que ha querido y ahora en su nueva residencia, esta misma ex diputada está buscando curro de profesora de derecho en la Universidad de Ginebra, seguramente para explicar a sus futuros alumnos como saltarse la ley y como después se busca un país en donde huir y esconderse, pero que no pueda extraditar a nadie. Se tienen que imaginar que esta ex diputada catalana antes cobraba un sueldazo por estar en el parlamento catalán tocándose la breva, y a ahora vive en Ginebra y nadie sabe cómo lo hace, ni de donde le vienen los ingresos. Como han podido ustedes comprobar difícil no ha sido imaginarse nada, ya que por otro lado es lo que ha ocurrido con este elementa conocida como Anna Gabriel. Pero todas estas imaginaciones, las podía haber previsto la justicia, muy dada a imaginar cosas con los pobrecillos ciudadanos y ciudadanas, pero que cuando de verdad deben echar imaginación y máxime viendo casos parecidos anteriores (léase Puigedmooort y sus 4 secuaces y secuazas), no han actuado previniendo esta fuga de esta elementa que casi clamaba al cielo. Pero la justicia española no imaginaba o sí y a esperado a quitarse el problema, que esta tiparraca iba a huir del barco como vil rata saltando por la borda. La verdad que pensándolo con calma, la elementa ésta le ha hecho a la justicia casi un favor, ¿por qué?, pues porque es un problema menos, y porque en cualquier momento de su vida, la flequillos ahora vestida de princesa de cuento tendrá que volver cualquier día a España por cualquier motivo en particular o personal, y entonces será el momento de atraparla, si es que no hay fallos, que esa es otra, ya que hay una orden de detención dictada por el juez. Pero ya me imagino la situación cuando vuelva esta elementa. Pasará escondida como una vil delincuente (que es lo que es), y entonces entrará a su casa a ver a sus familiares. La policía catalana (eso supongo) se hará la longi y hará como que no ha visto nada. Entonces esta tiparraca saldrá otra vez de España como ha entrado, delante de los morros de los Mossos d’Esquadra y entonces dirán que aquello, que lo otro y tal y tal. Muy difícil no es imaginarse esta situación, ya que les vuelvo a recordar que vivimos en España. Es lo que nos ha tocado vivir. A parte de todo lo anterior, ustedes se pueden imaginar mil cosas, porque la situación así lo requiere. Es lo que hay, Maikel Naig. Por eso, déjame que te cuente.

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