Católica de izquierdas

El Centro Universitario La Salle, ubicado en el barrio madrileño de Aravaca, destaca que entre sus señas de identidad se encuentra su inspiración cristiana, dentro de una propuesta libre, actual y receptora del diálogo fe-cultura y de contraste de valores sociales, donde se proporciona una formación humanista y de rigor científico, contextualizado y abierto al futuro. Pues bien, mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré navegando por internet, la noticia de que la diputada de Podemos y antigua novia de Pablo Iglesias, la conocida como Tania Sánchez, que encima es elegida por Íñigo Errejón como número dos de su lista a las primarias del partido para las elecciones en la Comunidad para meter el dedo en la llaga de su líder Pablito, oculta en su currículum oficial (ojo al detalle) que se diplomó en el Centro Universitario La Salle, una institución privada y católica adscrita a la Autónoma de Madrid (UAM). La exlíder regional madrileña dice en el Portal de Transparencia de Podemos que obtuvo la diplomatura en Educación Social en la UAM entre 1997 y 2001. Sin embargo, Tania Sánchez se olvidó (un matiz sin importancia, hasta hoy por el escándalo de la Cifuentes) de hacer referencia al Centro Universitario La Salle, en cuyas aulas fue completando los cursos de la carrera, aunque luego la expedición del título corriera a cargo de la UAM, de carácter público. Trece años después Sánchez se licenció en Antropología Social por la Universidad de Educación a Distancia (UNED). Pero ya puestos en seguir la noticia de ese currículum, se me ocurrió entrar en la web del parlamento y efectivamente en su ficha parlamentaria del Congreso de los Diputados tampoco menciona al CU La Salle y se limita a recoger que es diplomada en Educación Social y licenciada en Antropología. Ninguna alusión a las universidades en que obtuvo tales títulos. Pero seguí indagando y me encontré que en una entrevista concedida a YoDona en 2015, Tania Sánchez comentó que se inclinó por este centro privado, de confesión católica, pese a ser una defensora a ultranza de la educación pública y gratuita porque en él no le obligaban a estudiar religión. La verdad que me quedé de piedra. ¿Qué universidad pública obliga a sus estudiantes a estudiar cualquier tipo de religión a no ser que haya alguna relacionada con créditos de libre configuración?. La verdad que en ese punto, Tania Sánchez se ha pasado no ya tres pueblos, sino cientos de ellos, por no decir miles. Pero todo este caos curricular entre nuestra asquerosa casta política, se lo debemos a Cifuentes que gracias a sus mentiras en másteres, ha destapado la realidad de unos políticos muchos de ellos analfabetos y sin ningún estudio, y que son los que nos ponen las leyes que el resto de ciudadanos debemos de cumplir. Es lo que tenemos queridos blogueros, y así se lo he contado. Vaya tela, que país por dios. Por eso, déjame que te cuente.