martes, 3 de abril de 2018

La caída del puto amo

Como de un súper narco se tratará, TV3 seguía con expectación las andaduras del puto amo, Puigdemont. Poco antes de las 11.19 horas del pasado domingo 25 de Marzo, Pilar Rahola se jactaba en su programa de TV3 de la perspicacia con la que Carles Puigdemont, conocido como el Puchi, el puto amo, eludía la euroorden del juez Llarena. En Bélgica, campaba por sus respetos y a sus anchas. Viajó a Copenhague con entera libertad porque para entonces el magistrado del Supremo había desactivado la petición internacional de detención y entrega. Luego saltó a Suiza y peroró en Ginebra. Y cuando creyó que todo el monte era orégano tuvo la mala idea de desplazarse a Finlandia justo cuando el instructor de la causa especial contra el procés acababa de procesarle por rebelión y reactivar la euroorden. Durante unas horas, nadie supo dónde estaba Puigdemont, alias Puchi. Así que Rahola se permitió calificarle como el puto amo. No tardó demasiado la periodista emblemática del independentismo en tener que deglutir sus palabras, porque tan pronto como daba por sentado que Puigdemont toreaba a Llarena y al Estado, le llegó la noticia de su detención en unas condiciones prosaicas, en una gasolinera a 30Km de la frontera de Dinamarca con Alemania. En ese momento, el ex presidente de la Generalitat dejó de ser el puto amo para convertirse en un presidiario provisional, condición que él calificó de inhabilitante en el caso del encarcelado Oriol Junqueras. Rahola desde el púlpito propagandístico del procés, es decir, TV3, pidió calma y con su habitual ufanía se olvidó de la épica procesista. Para mayor contrariedad de los independentistas la detención se produjo en Alemania, país muy distinto a la desarticulada Bélgica, y en la operación de detección, seguimiento y apresamiento participaron miembros del CNI y de la Policía Nacional. Demasiado para mantener el rostro risueño. No faltan los que, conspiranoicos, suponen que el ex presidente facilitó las cosas. O sea, que fue la suya una entrega simulada. Una tesis especulativa ante la aparente torpeza de Puigdemont y sus acompañantes. Pero todo eso es lo de menos, el caso es que Puchi, el puto amo fue detenido y a más de uno se le quitaron las ganas de seguir aplaudiendo al fugitivo español más buscado. Ahora está en una cárcel alemana con un chándal verde a la espera de ser extraditado a España en dónde se le juzgara. Por fin. Por eso, déjame que te cuente.

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