jueves, 3 de mayo de 2018

Adoctrinamiento indepe

Pues resulta, que como dijo alguien y no me acuerdo ahora quién, cuando un tonto sigue un camino, se acaba el camino pero sigue el tonto. Y como dijo otro (que tampoco me acuerdo ni tengo ganas de levantarme a mirarlo), a un tonto no hay manera de convencerlo de que deje de serlo, porque para eso hay que bajar a su nivel. Y en ese nivel, los tontos son imbatibles. Sobre todo en España. Pero juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. Resulta que hoy mientras desayunaba en el bar de mi amigo Pacorro, leía un periódico de tirada nacional para flipar un poco. Pero me he encontrado con una noticia, que me ha dejado patidefuá, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. Resulta que la noticia iba sobre Cataluña y algunas acciones que están haciendo algunos indepes desocupaos y cortos. Resulta que asociaciones independentistas como ANC y Òmnium Cultural han colocado celdas en muchas de las plazas de Cataluña. El propósito de las mismas es que aquellos que lo soliciten puedan sentirse como los políticos en prisión, una actividad en la que también participan niños. Así ha ocurrido en Balaguer (Lérida) donde, un grupo de menores de edad colocan lazos amarillos en los barrotes de la instalación. El adoctrinamiento independentista continúa actuando en Cataluña. Las cárceles llevan instaladas varios meses y van cambiando de localización cada cierto tiempo. En ellas se encierran los separatistas que quieren vivir la experiencia de estar entre barrotes como acto de solidaridad con los golpistas presos. En ocasiones, la edad no supone un impedimento para ello ya que muchos padres hacen partícipes a sus hijos de esto. Los niños juegan con los lazos amarillos, símbolo de los independentistas para pedir la excarcelación de los encausados. Además, también los llevan colgados en el cuello. Qué gran experiencia tiene que ser meterse en una celda durante media hora. Que subidón de adrenalina tiene que ser eso. Lástima que el resto de los españoles no podamos disfrutar de esa atracción para saber qué sensaciones tienen los presuntos delincuentes catalanes metidos en la cárcel. Otra gran experiencia tiene que ser sentirse abandonados por sus líderes, sentirse engañados por unos líderes que a la primera de cambio abandonaron el barco sin pensar en nadie más, eso sí que tiene que ser una gran experiencia. Es de esas experiencias de las cuales deben adoctrinar a sus hijos, para que sepan éstos con quién se juegan los cuartos y las ilusiones y su futuro y hacerles saber que están en un país libre y no adoctrinado como su querida Cataluña. Pero para eso, hay que pensar libremente. En fin, dicho queda. Por eso, déjame que te cuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Adelante, se valiente y opina sobre el post