lunes, 18 de junio de 2018

Esconden la patita

Yo no sé que esperamos de los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) que tenemos en este país de pacotilla conocido como España. Unos sindicatos que en los peores tiempos de la crisis estuvieron encerrados en sus ratoneras sin asomar el hocico para ver lo que se cocía, y mucho menos para ayudar a los trabajadores que dicen defender. Tampoco se les ha visto asomar el hocico cuando gobernaba el PP y menos aún (si exceptuamos ese intento de huelga) cuando éste decretó la reforma laboral tan perjudicial para los trabajadores. Ahora, esos mismos sindicatos vendidos al mejor postor, frenan en seco las protestas en las calles (¿pero iban a hacer algo estos vendidos?) con la llegada del PSOE al poder de la mano de Pedro Sánchez. Han cambiado las protestas en la calle por la negociación, las distancias insalvables por entendimiento y acuerdo. Con este cambio de estrategia los líderes de UGT, Pepe Álvarez (¿alguien lo conoce?), y de CC.OO, Unai Sordo (¿alguien lo conoce?), se reúnen, junto a al presidente de CEOE, Juan Rosell, con Pedro Sánchez. Claro, el talante sindical es muy distinto al que tuvieron con el Gobierno de M. Rajoy, al que convocaron dos huelgas generales en 2012 (29 de marzo y 14 de noviembre) para protestar por la reforma laboral y marcaron el paso con la máxima presión, eso sí, sin mucho daño colateral al gobierno, porque a día de hoy todavía está esa reforma laboral. Atrás quedarán también protestas insólitas ante las sedes de las organizaciones empresariales en toda España con llamadas a la huelga y amenazas de un conflicto creciente para exigir subidas salariales contundentes en la negociación colectiva La moción de censura al Gobierno popular y la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa parece que han cambiado la estrategia. Esta semana, súbitamente, y fíjense ustedes qué casualidad, los secretarios generales de ambos sindicatos comparecían en rueda de prensa para anunciar que habían decidido dar una oportunidad a la negociación y suspender las movilizaciones previstas para el sábado en todo el país. Menuda coincidencia. Aunque ha habido un cambio relevante en las circunstancias de la negociación, aún no se ha llegado a ningún acuerdo, dijeron en la comparecencia. Pero durante toda la semana Álvarez y Sordo han asegurado que el acuerdo con la organización que dirige Juan Rosell para recomendar subidas salariales a las empresas durante este año y los dos siguientes estaba prácticamente cerrado, mientras fuentes de la CEOE reconocían que había acercamiento en asuntos salariales, pero que eran muchos los flecos aún por atar, como el compromiso sindical de luchar contra el absentismo en las empresas o darle una vuelta a la formación. O sea, no hay nada. UGT y CC.OO se baten hoy en terreno amigo y el presidente sabe que los va a tener de su lado y que la paz social será un hecho, y todo esto a cambio de unas subvenciones generosas, como siempre. Otra vez a esconderse. Entonces, ¿sindicatos para qué?. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.

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