miércoles, 13 de junio de 2018

¿Quién mueve los hilos?

Antes de empezar a leer este post queridos blogueros, tengan en cuenta el país en el que viven, porque eso marcará la diferencia a la hora de entender lo que les quiero decir. Y acuérdense también, que en España, o como se llame esta descojonación de Cervantes en la que habitamos, la cultura, la memoria y la vergüenza torera siempre fueron los primeros rehenes a ejecutar por parte de los golfos, los fanáticos, los idiotas y los indiferentes. Las prioridades (léase clase política y su propio estado del bienestar) son las prioridades. Dicho lo anterior, y aunque no me sorprenda, no deja de extrañarme la forma en que actúa parte del pueblo español, mirado en su conjunto. Y también me extrañan sobremanera, los comportamientos deliberadamente torcidos de la prensa en general, dado que aquí, me refiero a este país de pandereta en el cual tengo la mala suerte de vivir, no existe imparcialidad periodística, si exceptuamos algunas honrosas excepciones que se pueden contar con los dedos de una mano y sobran la mitad. ¿Y de qué me extraño, preguntarán algunos de ustedes?. Pues sencillamente de la falta de objetividad de unos y otros. Y para comprobar lo que afirmo, sólo hay que establecer unas comparaciones con ocasiones similares para salir de la duda. Me estoy refiriendo (como se puede suponer fácilmente) a la euforia causada en las personas corrientes, en los políticos y en los periodistas, ante la formación del nuevo gobierno encabezado por un perdedor en todas las elecciones a las que se ha presentado. No entro al detalle porque si no me faltaría páginas para escribir y no quiero aburrirles, aunque me propongo hacerlo en un futuro no muy lejano, aunque sea por fascículos numerados. Pero invito a los que tengan interés y tiempo a que se tomen la molestia de consultar las hemerotecas para que salgan de las dudas que les suscite lo que acabo de afirmar. Todos los exagerados parabienes que se están produciendo hacia un gobierno cuyos miembros no han sido votados por el pueblo, y que se acercan peligrosa y servilmente al éxtasis, se lo negaron sistemáticamente a Mariano Rajoy y a su equipo (nacido de las urnas) desde el primer momento, ni siquiera le guardaron esos cien días de cortesía no escrita que sí merecieron todos los anteriores gobernantes. Todo eran reticencias, críticas, apriorismos siniestros de todos y cada uno de los ministros (no me da la gana de decir ministros y ministras) y, sobre todo, señalaban al PP como el partido de la corrupción y se olvidaron (todos) de que el PSOE era, y es, uno de los partidos más corruptos de España. ¿Se han dado cuenta, queridos amigos, de la gran diferencia de trato? ¿Quién mueve los hilos en este desdichado país?¿quién se oculta detrás del poder establecido para que esto ocurra?. Pues eso, que me lo expliquen. Por eso, déjame que te cuente.

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