viernes, 6 de julio de 2018

Salió trasquilado

La semana pasada, mientras me tomaba una birra bien fresca a causa del calor, estaban dando en la tele el programa Al Rojo Vivo (en adelante ARV), ese programa el cual sólo cabe una ideología política, de ahí el color del plató. Van algunos periodistas que no piensan como ellos, pero cada vez que hablan para dar su opinión, se les pisotea y se les intenta casi humillar. Por eso dejé de verlo, porque la imparcialidad en ese programa deja mucho que desear. Que quede claro, que es mi punto de vista particular. Pues bien como les decía, estaba tomando una birra cuando Ferreras, el director de ARV pretendía ir a por lana con Willy Toledo y salió trasquilado. Yo no sé con los años de experiencia que tiene Ferreras, como cayó en la trampa de llevar a su programa a este personaje que en cuanto ve un micro se les disparan las cuatro neuronas que tiene y empieza a soltar por esa boca, gilipolleces a la cual más grande. A Ferreras, hay que reconocer que le salió mal la jugada. El director de ARV entrevistaba en su programa de a Willy Toledo con la insana intención de crear polémica y estoy seguro que para atacar a los que no eran de su cuerda. Llevar a un invitado como ese a tu programa puede resultar rentable si consigues llevarle por donde tú quieras que vaya. Pero erro en el disparo Estoy seguro, vuelvo a insistir, que lo que buscaba Ferreras en esa entrevista era la polémica de que Toledo dijera alguna barbaridad a los que nos tiene acostumbrados en contra España, contra el PP o contra la Iglesia. Pero lo que estoy seguro que no podría haber imaginado nunca, el presentador de La Secta, huy perdón, de La Sexta es que el centro de los ataques de Willy Toledo iba a ser el propio Ferreras. Y Willy se despachó a gusto. Para empezar, Willy Tolerdo, huy perdón, Toledo le pregunto a bocajarro lo siguiente, ¿te has ocupado, Ferreras, de los sueldos de la gente que trabaja para ti? Yo ya lo he preguntado, ¿les has preguntado tú?. A partir de ese momento, Ferreras ya no daba pie con bola. Titubeaba, se contradecía y, lo más gracioso, se estaba empezando a cabrear de verdad con Willy Toledo. Cuando Ferreras decidió invitar a Willy Toledo a su programa estoy seguro que sabía que iba a haber polémica. Pero lo que nunca podría haber imaginado Ferreras es que el centro de los ataques y la polémica generada por Willy Toledo iba a ser el propio conductor del programa. Toledo también recibía lo suyo cuando le decían que era un burgués. Pero él lo reconocía abiertamente. Yo creo que Willy Toledo está en un punto de su vida en el que todo eso le da igual. Tiene claro que le va a costar trabajar como actor en España y además tiene una cabecita que no rige demasiado bien. No le está mal empleado todo esto a Ferreras. Ha recibido una dosis de su propia medicina. Y ha recibido la dosis de alguien a quien estoy seguro que no le importa en lo más mínimo si le vuelven a llamar para ese programa. ¿Querías café, Ferreras? Pues toma, tres tazas. Por eso, déjame que te cuente.

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