domingo, 7 de octubre de 2012

Enganchado como una garrapata

Hay políticos que cuando toman el poder de algún sitio se creen que es para siempre y no se les puede echar ni con aceite hirviendo. Es como si llegarán al poder y se llevarán un bote de pegamento con el cual llenan el asiento correspondiente y luego se sentarán sobre él. Da lo mismo que roben, que engañen, que trapichen, que hagan negocios para beneficio particular, da igual, lo importante es que nadie sea capaz de moverte del sillón. Eso es una premisa en los políticos, “DEL SILLÓN DE MANDO NO LOS MOVERÁN”. Y eso es lo que está ocurriendo por Galicia, y más concretamente por Ourense, en donde su alcalde del PSOE el conocido como Francisco Rodríguez, acusado de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias en la operación Pokemón, dice que “no dimitirá de su puesto como alcalde, ya que la situación en la que se encuentra es desproporcionada e injusta”. Como siempre, me refiero a lo de injusta y desproporcionada. Ellos los políticos, no están o ellos se creen no estar dentro del mismo barco en la que estamos todos los ciudadanos para cumplir las leyes. Ellos se piensan que porque son aforados, alcaldes, cantamañanas, parásitos sociales, morralla barriobajera, etcétera, pueden pasarse la ley por la entre pierna. Y así es queridos blogueros, las leyes sólo las cumplen o nos obligan a cumplirlas a los de siempre, a los que pasamos penurias, a los que robamos una gallina para poder hacer una sopa para que nuestras familias coman, pero a éstos que roban y mangonean con un dinero que ni siquiera es suyo, la ley y los jueces parecen que hacen la vista gorda y aquí en este caso tenemos otro claro ejemplo de esos de “hacer lo que yo diga, pero no hagáis lo que yo haga”. Desde las sedes centrales de los partidos afectados en este caso, hacen un llamamiento para que mediten su comportamiento, pero nada más. Ni más sanciones, ni más expedientes abiertos, ni rían de rían, sólo que mediten, o dicho en castellano, una tomadura de pelo más para los pobres ciudadanos que ven de nuevo como 4 golfos se pasan la ley por el forro de la entre pierna y encima siguen cobrando un sueldo público pagado por los ya muy hartos ciudadanos. Está ahí, no me invento nada y para hacer estas cosas da igual el color político de cada cual, el dinero es el dinero y el color político sólo les ha valido para llegar al poder y así poder mangonear a su antojo. Esta España nuestra no tiene solución. Va en la sangre lo que somos, llevamos en la sangre intentar aprovecharnos del prójimo a nuestro favor, tenemos en las venas eso pillería y esa picardía que nos ha llevado a ser como somos y eso queridos blogueros no lo cambia ni el más pintado. La diferencia estriba, que cuando lo hacemos nosotros y esta asquerosa justicia nos pilla, a los ciudadanos normales nos multan, nos ponen sanciones e incluso nos toman como delincuentes al considerar ciertas cosas como delitos. Pero cuando estas cosas lo hace la clase política, entonces saltan diciendo que la actuación es desproporcionada e injusta, pero el mal ya está hecho y ellos seguirán cobrando un buen sueldo, seguirán teniendo poder y la justicia para los pobres, como siempre ha sido y siempre será. Es lo que hay Mikel Naig. Ajo y agua para los de siempre, y encima tener que seguir pagando impuestos para mantenerlos. Jamás he visto tan poca vergüenza. O sí, ya que nuestra clase política no tiene ni de la barata, que ya es decir. Seguro que habrá alguno que utilizará su influencia para conseguir una poca, pero se vende cara y de ahí que ninguno tenga ni pizca de vergüenza los muy hijos de pu……. Porca miseria. Qué asco de políticos por dios. Son vomitivos. Por eso, déjame que te cuente.

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