domingo, 3 de marzo de 2013

La peineta de Bárcenas

La peineta que el señor Bárcenas hizo a los periodistas en el aeropuerto de Barajas tras su aterrizaje del vuelo procedente de Canadá, puede estar provocada por varios motivos, a saber: Por cansancio, porque está hasta el arco del triunfo de que lo acosen o porque no tiene ni la más mínima vergüenza. Esto último ha quedado demostrado con creces desde que saltó a la palestra el caso Bárcenasgate y que todavía está coleando. Pero yo no sufro lo que llevo por saber, sino lo que me queda por ver y aguantar. Que este sinvergüenza se pegue unas vacaciones en Canadá (a saber con qué dinero) mientras que la justicia investiga lo sus papeles, sólo demuestra un par de cosas evidentes, la primera es que tenemos una justicia que da asco, politizada y amañada para que gentuza de este calibre sigan en libertad y sin medidas cautelares como la retirada del pasaporte y la segunda es que estos jueces tienen más miedo que hambre a la hora de actuar con contundencia sobre personas con ciertos cargos y pertenecientes a ciertos partidos. Por mucho menos, ha habido personas encerradas en el trullo, y eso también demuestra que la justicia no es igual para todos. Una vez más se ve claramente. Dependiendo de quién seas, de lo chorizo que seas o de lo que tengas ahorrado, pues así la justicia actúa de una manera o de otra. O sea, este tío se va a Francia a cenar a un restaurante con una estrella Michelin, se va a Vancouver a esquiar (supuestamente), sigue viviendo en la mejor zona de Madrid, como es el barrio de Salamanca, se sigue pegando la vida padre y nadie (ni ningún juez) hace absolutamente nada para evitar esto. Claro con 22M de € en Suiza y con el finiquito que le han endosado desde el PP por su despido, pues el colega se puede pega la vida padre sin necesidad de despeinarse, como se está demostrando. La que más me jode de todo es que se esté riendo de mí y de todos los españoles honrados, porque si se ríe de la justicia de risa que tenemos es porque ésta lo consiente y con sus actos pues lo provoca, pero que lo haga de mí me revuelve el estomago sobre manera. No lo puedo evitar, que le voy a hacer. Resulta que el día 25 de este mes el esquiador Bárcenas va a declarar ante el juez y éste decidirá si toma medidas cautelares o no, es decir, un auténtico pitorreo por parte del juez viendo como está el patio. Seguro que no verá indicios de nada, porque viendo la justicia tan ciega como está no me extrañaría de que el señor juez tomará esta decisión de dejarle libre sin cargos para que puede seguir haciendo su vida normal, como hasta ahora. Es lo que toca en esta España o como se llame la descojonación de país en el que habitamos, en donde no hay un monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, o por no poder pagar deudas porque los bancos no dan crédito, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, que llevan años equivocándose en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca. Y encima el sinvergüenza de Bárcenas haciendo peinetas. Jamás he visto cosa igual. Pero les recuerdo que estamos en España y eso es un matiz muy importante a la hora de entender tanta golfería, tanto choriceo, tanta dejadez judicial y tantas cosas que sólo pasan en este país de risa que tenemos. Qué asco dan todos por dios. Lo lamentable es que somos los ciudadanos de a pie los que tenemos que soportar la mala situación porque cómo se ve Bárcenas que es un golfo de campeonato sí que se puede ir a esquiar aunque esté de mierda hasta el tufo. Porca miseria. ¿Alguien lo entiende?. Por eso, déjame que te cuente.

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