Ejemplo de coherencia

En la vida hay que ser coherente. No se puede decir Diego, y luego al rato digo, porque lo único que puede pasar, es que la gente no te entienda y no sepa de qué palo vas y en qué dirección vas. Pues bien, esto es lo que le pasa al indomable y televisivo Pablo Iglesias, azote de la casta y líder antisistema y antibanqueros. Pero por otro lado, el mismo Pablo Iglesias recibió 15.473€ de Caja Madrid para cursar estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Cambridge. Y esto que les digo lo pueden ustedes comprobar, ya que por internet circula una foto en donde se puede ver a un incómodo Pablo Iglesias saludando al entonces príncipe Felipe delante de Miguel Blesa, amo y señor del capitalismo clientelista, y por aquel entonces el presidente de Caja Madrid entregando la beca en cuestión. 

Pablo Iglesias dice en su defensa que “LE LLEVARON A ESE ACTO OBLIGADO, PERO QUE TUVO EL VALOR D ENO PONERSE CORBATA”. Sus cojones ahí, sí señor, una manera como otra cualquiera de expresar tus ideales delante de quién los tienes que expresar. Pero la pasta se la gastó, ojo al parche. No se la dio a otro más necesitado. 

El flamante eurodiputado dice con dos cojones, que él compitió por una beca pública gracias a su expediente y su currículum. Hasta ahí nada que alegar, pero si el tipo es coherente, debería de haber renunciado a esa beca de 15.743€ para no caer en contradicciones, porque obligarte no te puede obligar nadie ni a coger la beca, ni por supuesto a asistir a ningún acto público. ¿Por qué entonces a él lo obligaron?¿o fue porque el dinero tira más que la ideología?. 

Mal empieza el líder de Podemos su carrera política. Pero también cabe pensar que en esta España llena de envidiosos, cantamañanas, vividores desocupaos y todo lo demás que por este país hay, todas estas cosas que están aflorando sobre el líder de Podemos, sea una trama para hundirlo y desprestigiarlo de alguna manera por parte de la verdadera casta que está aferrada al poder y que están viendo el imparable subidón de este nuevo partido y su líder en las encuestas y que están viendo que les está moviendo el sillón en el cual han mangoneado y trapicheado durante tantos años sin que nadie les rechistara. 

Pero la realidad es la que es, y no se pude ocultar un pasado por mucho que se quiera. Parte de él sí, pero el público siempre está ahí para salir en cualquier momento y ahogarte la fiesta sin contemplaciones y sin miramientos, como está siendo el caso que nos ocupa. Yo sigo pensando que hay que darle una oportunidad para ver de qué material está hecho, y si es como la casta auténtica pues quitarlo de en medio, aunque sea más fácil ver a un elefante volando que a un político dimitiendo por hacer las cosas mal. Pero quien sabe, todo es posible en esta España de pandereta en la que vivimos. Por eso, déjame que te cuente.