«Mi formación (PSOE se refiere) y yo en particular —expuso— estamos sufriendo una campaña perfectamente organizada por la derecha y sus poderes, la derecha política, la económica y la mediática. Y todo para construir una imagen de mí amoral, pérfida y absolutamente alejada de la realidad, de lo que yo soy. Y en estos tiempos de crisis, el “tea party” sevillano sabe muy bien que difundir esa foto puede tener un enorme efecto en la crispación de los ciudadanos. Pero han llegado ya a un nivel inexplicable, con una actitud amoral, fascista, intentando trasladar que las cosas normales que hace un representante público son nocivas, como ir a un piquete o comer marisco ¡Un comunista comiendo marisco, adónde vamos a llegar! Claro, si es Javier Arenas el que come marisco, o el jefe del clan de la mayonesa —en referencia al director de ABC en Sevilla— el que se lo come, entonces es protocolo o algo normal. ¿Pero un comunista? No, no... Intentan criminalizar lo que es normal».
Lo que acaban de leer son las declaraciones del concejal por IU del ayuntamiento de Sevilla, implicado junto con otro coleguilla en el caso Mercasevilla, ese caso en donde venden los terrenos de ese merca a una promotora para construir pisos de una forma un tanto rara, o lo que se conoce vulgarmente como especulación urbanística. Lo más gracioso de todo este asunto, es que el protagonista pertenece a una organización política que sólo sabe criticar lo que pasa a su alrededor, pero nunca lo que se cuece dentro de su seno. Las declaraciones de este personaje no pueden ser más elocuentes, y llevan a un par de conclusiones: que él es inocente y la culpa de que él se comiera la mariscada pagada con dinero público es una artimaña de la derecha, y segundo que lo que hacen ellos está muy bien, pero lo que hacen los demás está muy, pero que muy mal y encima es una actitud fascista y amoral.
¿Cómo se puede tener tan vergüenza y tanta cara dura?. La actitud amoral es la suya por zamparse esa mariscada pagada con dinero público, el mismo dinero que los españoles honrados pagamos al fisco con tanto sudor y esfuerzo para que vengan sinvergüenzas de esta calaña y se peguen la fiesta padre a costa de nosotros, y encima llame fascistas a los que denuncian tal actitud amoral y sinvergüenza. Gracias a estos periodistas y demás denunciantes, se llega a saber todas las barbaridades que se cometen en este país cutre y salchichero llamado España en el que me ha tocado vivir. Porque le recuerdo a este pájaro que su medios informativos afines, también sacan informaciones que arremeten e intentan hundir a los del bando contrario, como por ejemplo el caso Gurtel, porque si no se acuerda este izquierdista, también esas personas están imputadas como él, y como no podía ser de otra manera, esos imputados han dicho lo mismo o parecido a lo que él comenta.
Por eso, no se le debe olvidar que callar la boca y dejar de echar las culpas a los demás cuando la verdad es evidente. Y tampoco debe olvidar que en este país cutre, salchichero y golfo estas cosas en política es el pan nuestro de cada día, porque ocuparse de los problemas de los ciudadanos rian de rian, pero de echarse mierda unas formaciones políticas a otras, de eso si que saben, aparte de llenarse los bolsillos todos los meses con buenos sueldos, buenas dietas y algunas comidas pagadas por el ciudadano. Vergüenza debería de darle, y lo que tenía que haber hecho es haber presentado su dimisión a la espera de que todo se aclare, igual que tenía que haber hecho el amiguete Camps en Valencia y otros muchos golfos y sinvergüenzas envueltos en casos de esta índole. Pero claro, estamos en España, y eso queridos blogueros lo dice todo. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.
Lo que acaban de leer son las declaraciones del concejal por IU del ayuntamiento de Sevilla, implicado junto con otro coleguilla en el caso Mercasevilla, ese caso en donde venden los terrenos de ese merca a una promotora para construir pisos de una forma un tanto rara, o lo que se conoce vulgarmente como especulación urbanística. Lo más gracioso de todo este asunto, es que el protagonista pertenece a una organización política que sólo sabe criticar lo que pasa a su alrededor, pero nunca lo que se cuece dentro de su seno. Las declaraciones de este personaje no pueden ser más elocuentes, y llevan a un par de conclusiones: que él es inocente y la culpa de que él se comiera la mariscada pagada con dinero público es una artimaña de la derecha, y segundo que lo que hacen ellos está muy bien, pero lo que hacen los demás está muy, pero que muy mal y encima es una actitud fascista y amoral.
¿Cómo se puede tener tan vergüenza y tanta cara dura?. La actitud amoral es la suya por zamparse esa mariscada pagada con dinero público, el mismo dinero que los españoles honrados pagamos al fisco con tanto sudor y esfuerzo para que vengan sinvergüenzas de esta calaña y se peguen la fiesta padre a costa de nosotros, y encima llame fascistas a los que denuncian tal actitud amoral y sinvergüenza. Gracias a estos periodistas y demás denunciantes, se llega a saber todas las barbaridades que se cometen en este país cutre y salchichero llamado España en el que me ha tocado vivir. Porque le recuerdo a este pájaro que su medios informativos afines, también sacan informaciones que arremeten e intentan hundir a los del bando contrario, como por ejemplo el caso Gurtel, porque si no se acuerda este izquierdista, también esas personas están imputadas como él, y como no podía ser de otra manera, esos imputados han dicho lo mismo o parecido a lo que él comenta.
Por eso, no se le debe olvidar que callar la boca y dejar de echar las culpas a los demás cuando la verdad es evidente. Y tampoco debe olvidar que en este país cutre, salchichero y golfo estas cosas en política es el pan nuestro de cada día, porque ocuparse de los problemas de los ciudadanos rian de rian, pero de echarse mierda unas formaciones políticas a otras, de eso si que saben, aparte de llenarse los bolsillos todos los meses con buenos sueldos, buenas dietas y algunas comidas pagadas por el ciudadano. Vergüenza debería de darle, y lo que tenía que haber hecho es haber presentado su dimisión a la espera de que todo se aclare, igual que tenía que haber hecho el amiguete Camps en Valencia y otros muchos golfos y sinvergüenzas envueltos en casos de esta índole. Pero claro, estamos en España, y eso queridos blogueros lo dice todo. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.
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