La grave situación

Hacía tiempo que este pájaro no salía hablando. Pero cuando lo hace sube el pan. Y sobre todo me gusta cuando hace comparaciones. Ya saben, cada uno tiene sus gustos y cada uno es cada uno. Les estoy hablando del amiguete Martínez Camino que es el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal española, por si alguien no sabía quién es este tipo.
Dentro de su costumbre y siguiendo la costumbre de la institución a la que representa, sigue diciendo aquello de “hacer lo que yo diga, pero no hagáis lo que yo haga”. Y por supuesto le gusta meterse y criticar a todo lo que él considere que se sale fuera del camino marcado por él y por su institución. Por eso ahora, le ha tocado el turno al matrimonio. Total na lo del tío. Pero empecemos a analizar la jarta de gilipolleces que este tío soltó lo otros día en una rueda de prensa. Sujétense los machos, que ahí van.

Camino afirma que el matrimonio atraviesa una "grave situación"

Afirmó que “el matrimonio en la actualidad es la unión de cualquier ciudadano por tres meses tras los cuales ese contrato puede ser disuelto por cualquiera de las partes, sin dar ninguna razón, es decir, es un contrato mucho más leve que contratar un servicio de telefonía móvil, del que usted tendría muchas dificultades para rescindirlo”.
Vamos a ver colega, yo conozco gente que lleva casada más de 30 años, por ejemplo mis padres y eso no es un contrato de tres meses como afirmas, sino porque se respetan y esa ha sido la base de esa duración. Pero no sólo ellos, miles de parejas en España están en esa misma situación, ¿cómo puedes comparar un contrato con una mercantil con un sacramento que tú deberías de defender?¿es ese el criterio que tienes de los sacramentos, que son simples contratos?
La última encuesta del INE sobre el primer trimestre de 2010, refleja una reducción de los matrimonios en España en un 3’8%, y entonces el amiguete Camino soltó la siguiente perla:
“que se debe a un descenso de la natalidad y a un déficit grave de una política familiar bien enfocada y que hay demasiadas políticas hostiles al matrimonio y a la vida, demasiados apoyos a ideologías, como la ideología de género, que agravan notablemente este problema”
Vamos a ver colega, eso de que no hay una política familiar bien enfocada ¿a qué te refieres?¿a tú política familiar esa que dice que la mujer tiene que estar al servicio del marido, pariendo como conejas y esperando en casa a que llegue el domingo para que el marido la saque a misa y a pasear?, tu querido amigo vives todavía con los pensamientos de la Edad Media y eso te afecta mucho, porque ahora las cosas no son como queréis vosotros sino como son y eso os irrita mogollón.
También tuvo un recuerdo muy especial para los matrimonios homosexuales, ese tipo de matrimonio que desprecia pero que se tiene que tragar con un colador. Sobre esa ley del matrimonio homosexual, el pájaro dijo lo siguiente: “el matrimonio en España ha dejado de existir, ya no es la unión de un hombre y una mujer, quien defienda esto está en la ilegalidad”. Pero vamos a ver tío, ¿cómo que el matrimonio ha dejado de existir?¿me estás diciendo que el ir a la iglesia a casarse, pagar las cuotas correspondientes por hacerlo ya no existe?¿o te refieres a que todas las familias que están casadas ya no existen para vosotros?¿esa es la forma de aplicar los sacramentos en la actualidad?¿me estás diciendo que si muchos españoles estamos de acuerdo en defender los matrimonios homosexuales somos unos delincuentes?¿pasa lo mismo que con vosotros, cuando practicáis la pederastia?¿el que os defiende está en la ilegalidad o en la legalidad?¿o sois vosotros cuando lo practicáis los que sois legales?
Por último, se atrevió también ha hablar de la difícil situación económica que está atravesando España (que no ellos, que no se olvide el matiz) haciendo referencia a lo que su gran jefe dijo en una encíclica, que fue lo siguiente: “uno de los elementos que están detrás de la crisis económica que vivimos es el poco respeto a la vida, al matrimonio y a la familia que hay”. Queda claro una vez más, que la culpa de la crisis la tenemos los de siempre, y encima también llegan estos y te lo recuerdan. Ya no puedo más con estos tipejos. “Laus deo”. Por eso, déjame que te cuente.