Ya hace un porrón de tiempo que no voy a misa. No es porque no me guste
asistir como cristiano que soy, sino porque no aguanto las gilipolleces y las
tonterías con los que algunos curas desde sus púlpitos hacen alago. Y ese es el
problema con el cual se enfrenta esta arcaica y retrógrada institución, o lo
que es lo mismo, siguen con pensamientos y forma de actuar de la Edad Media.
Sino ojo al parche.
Como saben dentro de mis defectos tengo uno en especial que es muy
jodido, que es LEER. Este defecto me acarrea muchas veces coger flipaera de
aúpa cuando leo cualquier periódico, ya sea digital o de toda la vida. Pues
bien, estaba lo otros días desayunando en el bar de mi amigo Pacorro cuando leí
una noticia que me dejó patidefuá. Ésta decía así: “un
párroco italiano niega la primera comunión a un niño con discapacidad mental,
ya que considera el cura que no alcanza a entender el misterio de la eucaristía”.
Vamos, yo soy el padre del niño y no sé lo
que le hago a este personaje odioso, sinvergüenza y sin escrúpulos. Joder así
el día más feliz del niño, de los padres y de toda la familia por ser el cura
así, es para cogerlo y no pensarse mucho los pasos a seguir.
Es decir, según el cura no entiende el misterio de la eucaristía. La
pregunta no puede ser más obvia, ¿qué entiende este cura entonces?¿qué hay que
entender para asistir a misa y hacer la primera comunión?¿qué es lo que hay que
entender según este párroco?, debería de explicarlo y así para el próximo niño
que llegara con toda la ilusión del mundo a recibir el santo sacramento de la
eucaristía y se encuentre con este animal, pues que por lo menos venga con la
lección aprendida y que no le amarguen el día, ni al niño ni a todos los
invitados.
Yo no llego a entender como el Inquisidor General ahora metido a Papa el
tal Benedicto XVI, no toma cartas en el asunto y se quita de en medio a gentuza
barriobajera de esta calaña, para por lo menos no espantar a los pocos
cristianos que quedan en la viña del Señor, porque actitudes como ésta lo único
que consiguen es espantar a las personas. Pero luego sí que saben dar la murga
con que la gente se está distanciando del clero. No me extraña con animales
como éste párroco que todavía se piensan que están en la Edad Media y que
pueden hacer o deshacer a su antojo. Lo penoso es que nadie toma cartas en el
asunto, y este animal metido a párroco le han dado el dedo y se ha tomado todo
el brazo, y si nadie lo detiene desde cualquier lado, llegará un momento en que
se cogerá todo el cuerpo y pensara que los pocos fieles que le quedan en su
parroquia son un rebaño que puede dirigir a su antojo con miedos e historias
raras del más allá. Ya lo dice el dicho, “La ley se impone a través del miedo”,
y eso es lo que le pasa a este carcamal. ¿Qué harían ustedes?. “Laus deo”. Por eso, déjame que te cuente.
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