No uno, sino dos

Esto de los ERES en Andalucía se está convirtiendo en la historia interminable. Estos sinvergüenzas de sindicalistas (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) tenían tal red montada para robar un dinero que no era suyo y que iba destinado a los parados andaluces, que ahora resulta que en vez de una causa, hay dos, ni más ni menos. Todo esto se sabe ahora, porque en un duro informe de la Intervención General del Estado, (en adelante IGE) se concluye que: “LA JUNTA DE ANDALUCÍA LLEGÓ A PAGAR 2.990.000€ POR UNA FACTURA DE 299.000€”, es decir, y si mis cálculos no me fallan, esto supone 10 veces más. ¿Cómo es posible que pasara eso?¿y nos quieren hacer creer el Chaves y el Griñan que no sabían nada de esto?, venga por favor, que no nos hagan comulgar con ruedas de molino. Si este par de pájaros me vienen con la canción de que son políticos y hacen y deshacen a su antojo, a lo mejor estaría menos furioso, porque ya sé que los políticos se dedican a eso, es decir, a robar un dinero que no es suyo para su propio beneficio, o como decía aquel filósofo, “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. 

Pero no se vayan todavía que aún hay más. La IGE quiere declarar nulas todas las subvenciones concedidas a los sindicatos durante los diez años del gobierno andaluz, y también la ilegalidad de un proceso que estos sinvergüenzas crearon conocido como “FONDO DE REPTILES” que era el que se encargaba del sistema de pago de las subvenciones. Pero el problema es recuperar toda la pasta, porque ahora a muchas personas que se vieron involucradas en esto de los ERES, ya que muchos trabajadores se acogieron a prejubilaciones que les ofrecían sus empresas, ajenos a los trapicheos que en las direcciones de las mismas se hacían. En definitiva, otro montón de pasta tirado a la basura y todos estos ladrones sindicalistas a vivir la vida que son dos días. De nuevo la triste historia de España. Penoso. Entonces, ¿sindicatos para qué?. Por eso, déjame que te cuente.

*PD: míralo AQUÍ