domingo, 27 de abril de 2014

Tanto esperar…..

Leo con indignación un artículo en un periódico de tirada nacional mientras desayuno en el bar de mi amigo Pacorro. Cada línea que pasa mi indignación crece, por la sencilla razón de que nos tiramos toda la puta trabajando para tener una sanidad, una educación, unos mínimos servicios que luego cuando te hacen faltan son ineficaces o llegan tarde. Pero para nuestra asquerosa y mamarracha clase política todas estas cosas les da igual, ya que a ellos estas cosas nunca le pasaran porque se pueden permitir el lujo de tener clínicas privadas gracias a los impuestos de los españoles. Pues bien, mi indignación venía por la siguiente noticia: “UNA PACIENTE MUERE EN UN HOSPITAL DE MADRID TRAS 4 DÍAS APARCADA EN URGENCIAS”. Pero vamos a ver, ¿4 días?¿y nadie se percato de que estaba allí?¿para eso pagamos nuestros impuestos?¿para que luego se olviden de uno/a en un pasillo de urgencias?. El hospital en un documento del Ministerio de Sanidad, recomienda que los enfermos no esperen “MÁS DE 12H EN CASO DE NECESITAR INGRESO”, pero para esta pobre paciente ese documento no tenía validez ninguna, ya que murió en un pasillo de urgencias. Ahora viene lo típico, que el protocolo se cumplió, que el servicio estaba saturado por patologías propias de la época, que se dejó allí aparcada porque la Comunidad de Madrid no tiene dinero, bla, bla, bla, es decir, las escusas oportunas y bien trazadas para evitar responsabilidades en todos los ámbitos y en todos los rangos y así evita dimisiones, aperturas de expedientes sancionadores y toda esa mierda que hay o que debe de haber cuando sucede una desgracia de este tipo. Pero no hay sopa hispana sin pelo dentro, y les recuerdo que estamos en España y aquí dimitir es una utopía que sólo se da en contadas ocasiones y muchas veces quién dimite lo hace presionado por superiores y además con promesas de un puesto mejor en otro ministerio o en alguna dirección de algo, y si no existe se inventa. España, esa palabra lo dice todo. 
Mientras el que pierde es el de siempre, el ciudadano que sufre con impotencia como gentuza de esta calaña metida al asqueroso oficio de la política no hace absolutamente nada por remediar lo que ellos mismos provocan pero sí que hacen para obtener un bienestar (sólo ellos ¿eh?) y unos privilegios que más de un ciudadano quisiera para él aunque sólo sea en sueños. Me dan asco, y lo que le ha pasado a esta ciudadana le debería de haber pasado a ellos para ver que sienten cuando sufren las consecuencias de tener a mamarrachos/as al frente de un país. Si fuera así, tiraría cohetes. Pero eso nunca pasará, con lo que me tengo que aguantar y ver como son pisoteados mis derechos y ver como ellos se los aumentan por el simple hecho de ser quiénes son y por dedicarse a manejar el destino de los ciudadanos que les da de comer. Deberían de tener por lo menos un poco de sensibilidad. Pero eso es una quimera, y como dice el refrán, el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Canallas. Mala suerte. Por eso, déjame que te cuente.

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