Porque no te callas

La iglesia sigue a lo suyo. 2018 Años de historia y casi todo sigue igual en algunos temas de actualidad. Resulta que el obispo de San Sebastián, el conocido como José Ignacio Munilla, dijo contra el feminismo radical o de género, que “EL DEMONIO HA METIDO UN GOL DESDE SUS PROPIAS FILAS”, y el payo se queda más largo que ancho. De una vez por todas, estos jerarcas eclesiásticos, deberían de definir que es el demonio, porque para mí esa figura pueden ser ellos cuando discriminan a los homosexuales y a las mujeres, por poner un par de ejemplos clásicos. Pero el prelado afirmó el pasado lunes y siguiendo la senda marcada por no sé qué instrucciones, que el feminismo radical o de género tiene como “VÍCTIMA A LA PROPIA MUJER Y A LA VERDADERA CAUSA FEMENINA”. El feminismo, al haber asumido la ideología de género, se ha hecho una especie de harakiri, aseguró este tiparraco vestido de color púrpura que dice propagar la palabra de Dios desde los púlpitos, aunque esa palabra o la interpretación de las mismas, esté llena de odio y de discriminación a lo que ellos consideran seres inferiores. Muchas veces siento vergüenza ajena al escuchar a tipos como éste, que se cree superior a los demás por el simple hecho de representar a una institución que se ha basado siempre en mentiras y que se ha beneficiado de lo mejor de cada causa para llegar a donde ha llegado, y también es algo por lo que deje hace tiempo de ir a misa, porque para oír tonterías de ese calado, prefiero el bar u otro sitio en el cual por lo menos de las tonterías me rio y no me cabreo, como puede ser el caso. Gente de esta calaña debería estar apartada de sus funciones, debería de estar en islas abandonadas habitadas de personas como ellos y así intercambiar ideas sin discriminar a nadie. Lo digo desde el más profundo de mi ser, y no me duele expresarlo desde este blog pecador. Uno está ya muy harto de estas cosas. Pero el problema es que nadie pone remedio, nadie pone cerco a estos hechos denunciables y delictivos. A estos pájaros les pasa como a los políticos, que se creen intocables por el simple hecho de estar en otro ámbito, en otra institución que los protege contra una palabrería que por otro lado es delictiva si eres rapero. Estas son las cosas que me hartan y que me enfadan. Pero es lo que hay, Maikel Naig y por supuesto me lo tengo que tragar, lo mismo que tengo que ver el que no paguen IBI, el que te cobren por entrar a ver los templos como si de burdeles se tratara, y encima les aticen subvenciones vía impuestos. En fin, es lo que nos ha tocado. Mala suerte lo llaman. Laus deo. Por eso, déjame que te cuente.