miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Qué pasa con los apellidos?

Lo que pasa en este país cutre y salchichero es de locos. Ahora poner los apellidos a tú hijo es hasta complicado. Sí, como lo leen. Seguro que saben que el gobierno de España sacó en el parlamento una iniciativa por la cual se podían cambiar el orden de los apellidos en el Registro Civil. Pues bien, ahora todavía sigue eso en vigor, pero con la diferencia que si los padres no se ponen de acuerdo, será el funcionario del registro el que se los ponga. Toma ya del frasco Carrasco. Se me atragantó el desayuno que estaba tomando en el bar de mi amigo Pacorro cuando leí la noticia. Vaya con el parlamento a lo que se dedica. A darle poderes a un funcionario en vez de solucionar los problemas de España.
Esto tiene su aquel, porque dependiendo si el funcionario es muy fanático de algo o de alguien, le puede dar por ponerle a tu chaval/a Zapatero Rajoy, o Chaves Cospedal o viceversa, o Casillas Messi o en vez de llamarse Segura Guerra, pasaría a llamarse Guerra Segura. Menuda solución parlamentaria. Como siempre de risa. La verdad que no se qué es lo mejor, si llegara un acuerdo o dar con cualquier funcionario que deje a tu hijo/a desgraciado para toda la vida gracias a alguna ocurrencia suya, o simplemente por hacerse el gracioso para luego contar alrededor de la máquina del café a sus compañeros que hoy a puesto de apellidos Bono Rojo, y sea el chiste del día en el Registro Civil.
Es lo que tenemos en esta España mal gobernada y mal llevada por estos pájaros que nos gobiernan. Pero lo mejor de todo son las soluciones que dan a los problemillas del día a día. No llego a entender porque no han dejado el tema de los apellidos quieto, porque ¿tan mal iba esa ley?. Lo mismo podían haber hecho con lo de la Ley de Memoria Histórica, porque si no hubiesen metido la mano y a remover viejos fantasmas, a lo mejor Baltasar Garzón aún estaría en su puesto. Pero no, esto del gobierno tienen que mover al avispero para luego pararlo con soluciones inútiles e incomprensibles. Si algunos padres quieren cambiar los apellidos de sus hijos, pues que lo hagan como toda la vida y se acabo el problema, ¿pero qué es eso de que un desconocido cambie los apellidos por el simple hecho de que los padres no están de acuerdo?¿quién es este tío/a para hacer algo así?¿qué pasa si ese funcionario/a tiene mala hostia y le pone lo primero que le venga en gana?¿qué pasa si los padres tampoco están de acuerdo con los apellidos que pone el funcionario?¿a quién hay que ir para solucionar eso?¿al director del Registro?¿al Parlamento?¿al presidente del gobierno?¿a quién?¿han pensado en ese caso quién lo va a solucionar?¿o basta con liar la marimorena en el registro y cantarle las cuarenta al funcionario/a de turno por no estar de acuerdo con los apellidos que le puesto?. Vaya tela. Qué país por dios. Pues eso, que me lo expliquen. Por eso, déjame que te cuente. Un saludo.

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