Ni la Pajín que es ministra de sanidad ha sabido pegar un palmetazo encima de la mesa defendiendo los controles de sanidad que desde su ministerio se exige a los productos españoles para su exportación, ni la ministra de agricultura la señora Aguilar ha sabido defender los intereses agrícolas de los españoles comiéndose por los pies a los que han puesto en duda los buenos productos españoles, ni la Trini que es ministra de exteriores ha sabido parar los pies a los alemanes haciendo que se rían otra vez de España, como digo ninguna de las tres ha sabido llevar un ministerio y por supuesto saber defender los intereses españoles en Europa. Con lo que mi propuesta es, que las quiten a las tres y pongan a otras como Fernández de la Vega, llevando los tres ministerios, que seguro que se ríen menos de nosotros en Europa y por supuesto por todo el mundo.
Pero ya el remate de todo, y por supuesto la descomunal bajada de pantalones se ha llevado a cabo at través del tipo ese que está en Bruselas para no sé qué, pero que hace que España esté cada vez más con los pantalones bajados. Les hablo de López Garrido. La semana pasada salió el tío, diciendo que el también ponía la vaselina para que fuera más fácil darnos por el trasero, y así los alemanes no tienen que perder el tiempo en buscarla ellos. Este tío, que no es otra cosa que el mensajero del gobierno español allí por aquellas tierras, ha soltado la siguiente barbaridad: “el gobierno español no va a denunciar a Alemania, ni siquiera le va a exigir que pida disculpas por la crisis del pepino, a cambio de que Alemania ayude en una campaña de apoyo a los productos españoles”. Toma del frasco, Carrasco. Esto en mi tierra, se llama UNA DESCOMUNAL BAJADA DE PANTALONES y por otros sitios, EL HAZMERREIR DEL MUNDO. Esta visto y comprobado que nuestra política exterior, y ahora también la de sanidad y la agrícola es un circo en donde todo el mundo se ríe y por supuesto un coño de la Bernarda por las respuestas que da nuestro gobierno en boca de este representante político que tenemos allí destinado, cobrando sus buenas perras y dietas y viajando en clase bussines, porque eso sí, derechos por representar a esta España cutre y salchichera sí que tiene.
Lo he dicho más de una vez, me da vergüenza ir por el mundo y decir que soy español, no por nada, sino porque los chistes fáciles son el pan nuestro de cada día y que se rían de mí pues no llevo muy bien. No se puede ser blando en una sociedad en donde si no defiendes tu intereses, te comen por los pies. ¿Qué hubiese pasado si este caso de los pepinos hubiese sido al revés?. Pues que Alemania nos estaría hundiendo en la miseria más profunda por el simple hecho de hacer el comentario. Pero aquí no, nuestros representantes políticos tienen más miedo que hambre en defender los derechos de los ciudadanos a quién representan y luego de estos polvos, vendrán grandes lodos, porque si esto no se para desde el primer momento, se convierte en el coño de la Bernarda, que es lo que está pasando. Nuestro gobierno ha perdido credibilidad, ha perdido dinero en grandes cantidades por no saber gestionar esta crisis, ha perdido muchos años de trabajo y esfuerzo para que nuestros productos tuvieran la consideración que se merecen, han perdido puestos de trabajo por toda esta crisis, y ahora llegan y encima ponen ellos la vaselina para que duela menos. Menuda representación tenemos. Lo que más me duele, es ir por Europa y decir que soy español, porque a nuestros representantes políticos les importamos una mierda, como se está viendo. Que asquerosidad. Estos parecen más sacados de la Biblia. Si te pegan una hostia, por la otra mejilla para que te den otra más fuerte y ya de paso me río en tus narices. Menuda Mierda de representación. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.
Pero ya el remate de todo, y por supuesto la descomunal bajada de pantalones se ha llevado a cabo at través del tipo ese que está en Bruselas para no sé qué, pero que hace que España esté cada vez más con los pantalones bajados. Les hablo de López Garrido. La semana pasada salió el tío, diciendo que el también ponía la vaselina para que fuera más fácil darnos por el trasero, y así los alemanes no tienen que perder el tiempo en buscarla ellos. Este tío, que no es otra cosa que el mensajero del gobierno español allí por aquellas tierras, ha soltado la siguiente barbaridad: “el gobierno español no va a denunciar a Alemania, ni siquiera le va a exigir que pida disculpas por la crisis del pepino, a cambio de que Alemania ayude en una campaña de apoyo a los productos españoles”. Toma del frasco, Carrasco. Esto en mi tierra, se llama UNA DESCOMUNAL BAJADA DE PANTALONES y por otros sitios, EL HAZMERREIR DEL MUNDO. Esta visto y comprobado que nuestra política exterior, y ahora también la de sanidad y la agrícola es un circo en donde todo el mundo se ríe y por supuesto un coño de la Bernarda por las respuestas que da nuestro gobierno en boca de este representante político que tenemos allí destinado, cobrando sus buenas perras y dietas y viajando en clase bussines, porque eso sí, derechos por representar a esta España cutre y salchichera sí que tiene.
Lo he dicho más de una vez, me da vergüenza ir por el mundo y decir que soy español, no por nada, sino porque los chistes fáciles son el pan nuestro de cada día y que se rían de mí pues no llevo muy bien. No se puede ser blando en una sociedad en donde si no defiendes tu intereses, te comen por los pies. ¿Qué hubiese pasado si este caso de los pepinos hubiese sido al revés?. Pues que Alemania nos estaría hundiendo en la miseria más profunda por el simple hecho de hacer el comentario. Pero aquí no, nuestros representantes políticos tienen más miedo que hambre en defender los derechos de los ciudadanos a quién representan y luego de estos polvos, vendrán grandes lodos, porque si esto no se para desde el primer momento, se convierte en el coño de la Bernarda, que es lo que está pasando. Nuestro gobierno ha perdido credibilidad, ha perdido dinero en grandes cantidades por no saber gestionar esta crisis, ha perdido muchos años de trabajo y esfuerzo para que nuestros productos tuvieran la consideración que se merecen, han perdido puestos de trabajo por toda esta crisis, y ahora llegan y encima ponen ellos la vaselina para que duela menos. Menuda representación tenemos. Lo que más me duele, es ir por Europa y decir que soy español, porque a nuestros representantes políticos les importamos una mierda, como se está viendo. Que asquerosidad. Estos parecen más sacados de la Biblia. Si te pegan una hostia, por la otra mejilla para que te den otra más fuerte y ya de paso me río en tus narices. Menuda Mierda de representación. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Adelante, se valiente y opina sobre el post