Gracias a la comunidad

Llevo algunos días viendo por la tele y escuchando por la radio un anuncio de esos que te deja patidifuso, en el sentido de que la institución que lo paga (si es que lo hace ella) tiene dinero y poder para afrontar los problemas sin despeinarse. El anuncio en cuestión dice lo siguiente: “La comunidad cristiana es la que sustenta la labor social y espiritual de la iglesia católica”, gracias a los voluntarios deberían de haber dicho también en el anuncio, y gracias a que lo hacen por la pati, es decir, por el morro lo que supone un ahorro considerable para la institución a quien estos voluntarios hacen el favor de entregar parte de su tiempo libre a ayudar a los más necesitados. Vergüenza debería de darles a todos esos obispos, arzobispos, monseñores e incluso al gran inquisidor general metido a Papa el conocido como Benedicto XVI. Pero para que te de vergüenza hay que tenerla, y éstos personajes rodeados de dinero, buenas ropas, buenos restaurantes, en definitiva, unos ricachones con sotana no la tienen ni la van a conocer.
Esto es un mal ejemplo de empresa fructífera, porque la misión de la iglesia en la tierra es ayudar a los más necesitados y a captar nuevos miembros para su causa. Lo segundo lo llevan un poco peor, pero lo primero lo llevan estupendamente bien, ya que lo hacen, aunque el trabajo en campo lo hagan otros, pero ponen la imagen y seguramente se lleven ellos las medallas sin pisar el terreno y sin saber realmente el alcance de la situación. No todos los de la curia son así, los hay que están implicados hasta las cejas pero también es cierto que desde las altas jerarquías eclesiásticas empezando por el Vaticano no mueven un dedo por ayudar a estas personas, ni a sus voluntarios ni a la causa. Por aquellas tierras están más preocupados por la situación política de algunos países, por lo que pasa con el euro, y otras cosas que no son de su ministerio pero que a muchos les va la vida en ellos, ya que tendrán fortunas invertidas por ahí y eso es más importante que la emergencia en el cuerno de África.
Por eso una vez más se demuestra que les importa todo un pepino, y que mientras que estén los voluntarios haciendo la faena con muchas dificultades, rodeados de peligros y pasando penurias estos papanatas dormirán con la conciencia bien tranquila porque su ministerio y su mensaje está calando en la sociedad. Pero lo que estos no saben (y si lo saben les importa tres pares de cojones) es que la sociedad se está dando cuenta de la desfachatez y la poca vergüenza que se gastan estos mandamás de la curia eclesiástica, y que a muchos de ellos se les está viendo el plumero. Por eso mucha gente pasa de tachar la casilla correspondiente en la declaración de hacienda, porque están viendo que ellos no paran de tener mucho patrimonio, más poder, más opulencia, etcétera mientras por los países pobres sus voluntarios las pasan putas para dar un chusco de pan a un pobre chaval. Como siempre la hipocresía y la avaricia pueden con ellos y a los demás que les vayan dando. Ellos pensarán el dicho que se dice por esta tierra: “cada perrico que se lama su pijico”, y eso es lo que ellos hacen, vivir bien a costa de otros que lo están pasando mal. Poca vergüenza por dios. “Laus deo”.Por eso, déjame que te cuente.