domingo, 16 de marzo de 2014

Tenían que haber leído

“EL HECHO DE QUE LA MAYORÍA DE LOS CLIENTES NO LEYERA EL TRÍPTICO, NO ES AUNTO SUYO, CADA UNO ES RESPONABLE DE LO QUE LEE”. Así de contundente se ha expresado el señor Blesa ante el juez para justificar lo de las preferentes. Pero lo más chungo es esto: “NO SE PUEDE CONSIDERAR A UN JUBILADO COMO UN IGNORANTE FINANCIERO”. ¿Entonces, como se le debe considerar?. 
Este Blesa no debería de haber salido de la cárcel en la puta vida, o meterlo otra vez después de declarar esto ante el juez Andreu. Pero claro, este juez también tiene miedo de que lo aparten de la carrera judicial por hacer su trabajo como lo hizo en su día el juez Elpidio. En España la justicia funciona así, si metes a un delincuente sin recursos económicos que roba para comer o darle a su familia algo que llevarse a la boca, es un juez magnífico, pero en cuanto se les ocurre meterle mano a estos ladrones colocados por políticos o meter mano a los mismos políticos, entonces ese juez tiene los días contados. Ejemplos hay mogollón, el juez Elpidio, Baltasar Garzón, etc, etc, jueces que fueron expulsados de la carrera judicial por el simple hecho de hacer su trabajo, pero que se metieron con la casta intocable de los políticos miserables o con amigos de éstos miserables metidos a políticos. 
El señor Blesa a parte de decir esas barbaridades, echa la culpa de las preferentes al departamento de Marketing de la antigua Caja Madrid. Eso le quita culpa, porque él no “debería” de saber cómo funciona ese de departamento. Si no hubiese habido problemas, la cosa hubiese pintado de otro color para el Marketing de Caja Madrid, pero porque no ha sido así, pasa a ser la cabeza de turco que el señor Blesa ofrece para salvar su culo. Ya se sabe: “las escusas son como el culo, todo el mundo tiene uno”. 
De lo que se trata ahora es de quitarse mierda de encima, y el señor Blesa está jugando a eso, y parte de su estrategia se basa en las declaraciones que les colocaba al principio del post, que no es otra cosa que esturrear su propia mierda entre todos. Por ahora le ha valido para eludir la cárcel, pero ¿hasta cuándo será así?. Viendo el panorama que hay, pues le valdrá para no entrar en la cárcel, le valdrá para no pagar nada y le valdrá para salir de rositas de una situación que él monto, huy perdón, que él no sabía que existía y que sus subordinados montaron desde Marketing a espaldas de él. Ahí está la solución y la salvación del señor Blesa. Ahora que el juez investigue a Marketing y a él que lo dejen en paz, ya que era un pobre ignorante que no sabía lo que se cocía en su propio banco. El señor Blesa se arrepentirá siempre de haber contratado a tanto inútil en su banco. Sino que los que firmaron las preferentes hubiesen leído la letra pequeña, que para eso está. El señor Blesa no tiene la culpa de que en España no se lea. ¿No es así, señor Blesa?. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.

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