domingo, 4 de octubre de 2015

Más negocio

¿Qué se puede esperar de una persona que trabajó durante 6 años en el grupo Prisa, al cual pertenece la edición del material escolar de la editorial Santilla, que con este nuevo despliegue de libros en el mercado es una de las grandes beneficias con la ley que promovió esta persona cuando era ministro de Educación?¿se pueden ustedes imaginar lo que se puede esperar?. Pues eso es lo que ha pasado. 
Lo que pasa en este país es inaudito. Cada vez que llega un nuevo partido al poder, cambian todos los libros de texto educativos. Pienso que las matemáticas siguen siendo las mismas, la historia sigue siendo la misma y que el símbolo del oro es AU, entonces, ¿por qué se cambian los libros de texto educativos?, pues por el chupeteo que hay entre colegas y la relación profesional que en el pasado han tenido algunas personas relacionadas ahora con la política y las editoriales, como es el caso que nos ocupa. Esa es la única razón de cambiar cada legislatura los libros de texto y no otra porque lo que enseñan los libros no cambia jamás, porque cuando yo estudiaba, mis padres estudiaban, mis abuelos estudiaban, y así hasta los tiempos remotos, 2+2 siempre han sido 4. Entonces, ¿por qué ahora con mis hijos tengo que cambiar los libros cada año escolar?. 
Cabe también la posibilidad, de que cada centro trapiche a espaldas de los padres, y el negocio (permitido o premiado por otros lados desde los diferentes gobiernos) se lo queden cuatro amiguetes del colegio en cuestión, porque sino otra explicación no le veo. 
Ya que somos tan europeos para pagar impuestos, para tragarnos leyes injustas e inservibles que sólo saben jodernos la vida, ¿por qué no somos europeos para el sistema educativo?. Se puede hacer como en Finlandia, que no se cambian los libros por una modificación de la ley estrictamente, sino que son los centros educativos y profesores los que deciden ese cambio. Pero claro, allí los políticos serán personas honradas y se conformarán con lo que ganan de sueldo a final de mes. Pero en España o como se llame la descojonación de país en el que habitamos, la cultura, la memoria y la vergüenza torera siempre fueron los primeros rehenes a ejecutar por parte de los golfos, los fanáticos, los idiotas y los indiferentes. Las prioridades -léase clase política y su propio estado del bienestar- son las prioridades, es decir, que aquí sino hay mangoneo y beneficio los políticos no mueven una ley. De ahí que cada año se cambie la ley de educación, que cada mes suba la luz, y así hasta el infinito y mucho más. Los perjudicados, los de siempre. 
Pero lo más chungo y lo más lamentable de todo, es que vas con libros prestados o dados por otros padres para que tu hijo los aproveche, y encima desde el centro te tiran los trastos y te los prohíben, con lo que cabe pensar en un trapicheo bien, pero que bien gordo a costa de los padres que tienen que comprar los libros. Como siempre, el gobierno jodiéndonos la vida en vez de dar soluciones para vivir mejor. Son todos iguales. Porca miseria. Por eso, déjame que te cuente.

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